lunes, 28 de febrero de 2011

LA ABUELITA AVENTURERA 



Erase una vez una simpática viejecita que vivía en las montañas y tenía ganas de viajar.

No tenía dinero para ir en avión ni tampoco tenía, para viajar, un camión…

¡Pero sí tenía muchísima imaginación!
Entonces… ¿Sabes qué?
¡Decidió fabricarse un globo enorme y redondo balón!
 Cose que te cose, cosiendo la tela,

y teje que te teje, tejiendo, de mimbre, la cesta,
después de unos días
ya estaba preparado el globo
en la pradera.

Reunió pan y bizcochos,
Para el desayuno y la merienda.
Y salchichas y conservas,
Para la comida y la cena.

Y después de todo eso,
Encendió una hoguera,
Para calentar el aire
Y que el globo subiera.

Cuando el globo ya iba a subir,
El ratoncito,
Que vivía allí mismo,
En el campo,
Junto a la casa de la abuelita,
vio todo aquello,
miro de reojo la merienda
y pregunto:

-¿Puedo ir contigo?
-Poder…poder…sí puedes.
Pero tendrás que portarte
Como dios manda.
-Claro que sí.
Lo prometo.

Entonces,
El gato miró de reojo al ratoncito y preguntó:
-¿Puedo ir yo también?
-Poder…poder sí puedes.
Pero tendrás que portarte
Como dios manda.
-Claro que sí.
Lo prometo.

Y entonces llegó el perro,
Corriendo desde la colina
–¿Puedo ir yo también?
.dijo jadeando.
-Poder… poder…sí puedes.
Pero tendrás que portarte
Como Dios manda.
-Claro que sí.
Lo prometo.

Dando brincos, presurosa,
llegó la cabra, nerviosa. 
-¿Puedo ir yo también?
-Poder… poder.. sí puedes.
Pero tendrás que portarte
Como Dios manda.
-Claro que sí.
Lo prometo.

Al galope, sin resuello,
Llegó el caballo corriendo.
-¿Puedo ir yo también?
-Poder…poder…sí puedes.
Pero tendrás que portarte
Como dios manda.
-Claro que sí.
Lo prometo.

Despacito, babeando,
llegó el buey, rumiando.
-¿Puedo ir yo también?
-Poder…poder… sí puedes.

Pero tendrás que portarte
Como dios manda.
-Claro que sí.
Lo prometo.

Despacito, babeando,
Llegó el buey, rumiando.
-¿Puedo ir yo también?
-Poder…poder…sí puedes.
Pero tendrás que portarte
Como Dios manda.
-Claro que sí.
Lo prometo.

Estaban todos, apretados,
en el globo,
Que iba muy cargado,
Cuando apareció la mosca.

Por miedo a que la espantasen,
Porque era muy molesta,
No pidió permiso
y se quedó allí, quieta.
Se quedó a un lado,
disimulando.

Y cuando el globo empezó a subir,
pegó un brinco
y se instaló en medio de todos.

Llevaban poco tiempo viajando, cuando el ratoncito
Decidió probar la comida
Sin esperar a que fuese la hora.
Cuando el goloso ratón
Iba  a dar el primer mordisco,
La mosca voló y se puso a su lado,
Por si pescaba algún trocito.

El agto la espantó, enfadado:
-¡Largo de ahí,
A usted nadie la ha invitado! 
¡Váyase a molestar al buey!

Como  a la mosca le encantaba
molestar y dar lata,
se fue
y se posó en el lomo del buey.
Y tanto le molestó y tanta lata le dio,
Que el buey, al final,
Se cansó
Y una cornada lanzó.
Pero como la mosca
Era muy pequeña,
El buey no acertó.
Y ¡vaya jaleo
El que se armó!
Porque le dio
La cornada
Al caballo,
Que se asustó
Y le dio una coz a la cabra,
Que se asustó
y le dio una trompada al perro,
que se asustó

y le dio un mordisco al gato,
que se asustó
y le dio un zarpazo al ratón,
que se asustó
y empezó a roer el globo.
Y tanto revuelo se armó,
que la abuelita,
al final, se enfadó:

-¡Prometisteis
que os ibas a portar
como Dios manda!
Pero no consiguió nada.
En medio
de aquella enorme confusión,

el globo empezó a bajar
porque tenía muchas cuerdas rotas.
Bajó despacio,
poco a poco,
lentamente,
hasta que se posó en el suelo.

Pero...¿sabes una cosa?
Pues que a los pocos días
Continuaban todos el viaje
En un globo nuevo,
Magnifico
con un nuevo espacio,
y cada viajero en su sitio.
Lo habían construido los animales
mientras la abuelita descansaba.

¿Qué por qué lo habían construido?
Pues porque ella
Les había prometido una cosa.
¿Qué les había prometido?
Les había dicho:

-Si dentro de unos días
no tengo un globo nuevo,
os vendo en el mercado
y ganaré mucho dinero.
Con él le daré la vuelta al mundo
En avión.
¡Os lo prometo!

Los animales trabajaron de lo lindo,
porque la abuelita siempre cumplía
lo que prometía.
Pero también
porque querían quedarse con ella.

Porque…
en el fondo…
en el fondo…
¿Dónde iban a encontrar una abuela aventurera?

Ana María Machado


RESEÑA DE CUENTO




Cuento: La abuelita aventurera

Autor: Ana María Machado, 1986

Ediciones SM, Joaquín Turina, 39 Madrid

El cuento la abuelita aventurera es la historia de una abuelita que no tenía dinero para viajar y gracias a su imaginación decidió fabricar un globo, empacó los víveres necesarios para el viaje y cuando estaba  a punto de despegar, un ratoncito decidió pedirle que lo dejara ir con ella, esta le dijo que sí con la condición de portarse como Dios manda…lo mismo hizo el gato, el perro, la cabra, el caballo, el buey, todos pidiendo que la abuelita los llevará, a lo cual esta puso la misma condición, todos accedieron a portarse como Dios manda.

Estaban todos en el globo cuando apareció una mosca, la cual se instaló en medio de ellos, iban en el viaje y el ratoncito decidió probar la comida, lo mismo hizo el ratón y la mosca trato de atrapar algún trocito, todos los animales empezaron a molestarse unos a otros hasta que llegaron al ratón, éste empezó a roer el globo y ante tanto revuelo la abuela les recordó el compromiso de comportarse como Dios manda, el globo empezó a bajar hasta que cayó al suelo. Días después todos los animales realizaban un nuevo viaje en globo, esta vez el globo había sido hecho por los animales por miedo a que la abuelita no los vendiera en el mercado y por seguir al lado de sus aventuras.

Este cuento escrito por Ana María Machado muestra como la imaginación es un elemento fundamental en la creación de literatura infantil  y debe poner en juego la creatividad del escritor para atrapar al lector en este caso al niño, al cual hay que brindarle elementos claros y sencillos y favorecer sus procesos de pensamiento a través de la imagen estética del mundo…un mundo que esta mediado por la fantasía del juego y el juego se constituye en elemento esencial, el niño se acerca al conocimiento por el juego de ser…humano.

El cuento retoma personajes que desde la cotidianidad del niño tienen gran relevancia en su vida como son la abuela y los animales… estos personajes se hacen cercanos al niño en la medida en que la literatura los lleva de la mano a la escuela; que es el espacio donde se debe permitir al niño ser y poner a volar su imaginación y con ella los sueños…

El cuento muestra una situación sencilla el deseo de una abuela de viajar y dentro del mismo la imaginación empieza hacer de las suyas cuando construye un globo; un globo que quizás se toma el espacio para llevar al niño a mundos realmente distintos partiendo del propio.

El cuento la abuelita aventurera le sirve al niño para trabajar la memoria; ya que la autora escoge una secuencia de animales y una secuencia de situaciones lo cual lo lleva  a despertar su curiosidad y creatividad.

Finalmente el cuento la abuelita aventurera es un gran cuento que merece leerse con una mirada sencilla para encontrar su esencia, una esencia que eleva lo más hermoso que puede tener un ser humano, la capacidad de soñar y hacer realidad sus sueños…  
                 

sábado, 26 de febrero de 2011

MAESTRO MODELO, PROMOTOR Y CRÍTICO DE LA LITERATURA


MAESTRO MODELO
Es el maestro que despierta en sus estudiantes el amor por la lectura siendo un ejemplo y un testimonio desde lo que vive y desde lo que es, dado que como lo plantea Martha Fajardo “los humanos estamos predispuestos para aprender por imitación”, es modelo cuando lee con amor y deja que el texto ilumine su rostro y en su mirada se evidencie el deseo de alimentar, de saborear y de nutrir su vida.
El maestro modelo crea ambientes propicios para la lectura y con ellos para la socialización de saberes y de aprendizajes, hace de su práctica pedagógica una práctica de vida; ya que la escuela no debe estar alejada de la cotidianidad del estudiante, promueve en esta un verdadero encuentro de lectura, una experiencia placentera y vital.
Es modelo al llenar de magia sus clases motivando y tocando la sensibilidad de sus estudiantes, su voz hace un recorrido por todos los espacios, sentimientos y pensamientos…   
Para el maestro modelo la lectura hace parte de sí y por esta razón se le facilita llegar a sus estudiantes promoviendo una lectura con sentido.  
MAESTRO PROMOTOR
Es el maestro que motiva y descubre los intereses y expectativas del niño; tiene la capacidad de llegar a él como un vendedor de sueños, de libros, de ideas, de posibilidades… Es el maestro que con un solo comentario puede llenar distintos espacios de motivación y deseos por leer y explorar en las letras diversos mundos.
Es promotor en la medida que tiene conocimiento del niño y puede sugerirle que lea algo interesante y luego lo comente en distintos espacios sin que éste se sienta obligado. Lo lleva a descubrir el personaje con el que más se identifica, a sentir la necesidad de frecuentar la biblioteca, a elegir los libros que más lo llenan.
Es el maestro que ve en los espacios de lectura, un espacio para la vida misma, que debe estar lleno de sentido, siente que la lectura en el niño debe lograr una verdadera afectación que lo lleve a explorar dentro de sí sus sentimientos.
El maestro promotor debe establecer una relación cercana con el padre de familia, para resaltarles la importancia de la  continuidad de procesos entre la escuela y la casa; el padre a su vez debe hacerse un promotor de lectura; para juntos compartir la maravillosa aventura de leer “Tratar de formar pequeños lectores, mejor dicho ratoncitos de biblioteca, sin involucrarse de manera afectiva, no funciona. Sin unos brazos que acaricien, sin unas nanas que adormezcan, sin unas palabras mágicas que curen, poco o  y asnada se logra. Entregar libros sí nada más, sin ton ni son, a los niños más chiquitos, suele ocasionar únicamente destrucción, conflicto  y alejamiento de los libros.” (Martha Fajardo, Vasco 2008)

MAESTRO CRÍTICO

Es el maestro que realiza lecturas críticas para ponerlas en juego con el mundo, la lectura lo humaniza y lo hace tomar posición frente a un tema determinado. Es el maestro que puede sugerir buena literatura y sabe reconocerla.

El maestro crítico va un paso adelante de sus estudiantes para poder presentar rutas de lectura que sean verdaderamente enriquecedoras.  Busca que el libro siempre resuelva al niño una necesidad profunda y le despierte el verdadero interés por la lectura, brindando buenas opciones y posibilidades de leer más allá del texto.

El maestro crítico busca formar en el gusto personal por la lectura y promueve en el niño elegir sus textos de lectura; esto sería un parámetro importante para formar en la lectura crítica de los estudiantes.      



CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LIBROS DE LITERATURA


Abordar la lectura de literatura debe partir del deseo de cada persona, de sus intereses, de sus expectativas y de sus necesidades. Es así como en los criterios de selección influye mucho la clase de género literario que se desea leer, este debe ubicarse de acuerdo a la edad y los gustos del lector; aunque hay literatura que responde a todas las edades. También es necesario tener conocimientos de diversos autores para poder escoger, juega además un papel muy importante el lenguaje que utilicen los escritores para atrapar al lector en las distintas tramas y en la intencionalidad que finalmente quiere llevar a quien lo lee por esto es necesario que el promotor de lectura tenga un bagaje que le permita realizar una buena recomendación de textos.
Otro criterio de selección es que el texto que se escoja permita desarrollar el pensamiento, la imaginación y el aprendizaje de nuevas palabras, que pueda responder  a interrogantes y permita la socialización de saberes.
El libro debe permitir articular la relación escuela y hogar, que pueda generar espacios para la discusión.
Para el círculo de lectura se debe partir de un diagnóstico sobre que leen las personas que lo conforman y de acuerdo a ello llevar una variedad de autores para que puedan escoger alguno o algunos de ellos y se puedan generar espacios para la discusión y la socialización de distintas formas de leer; sería entonces muy importante comprender que se lee por gusto y por placer para satisfacer una necesidad que toca con lo trascendente del ser.     

viernes, 25 de febrero de 2011

¿POR QUÉ LOS MAESTROS NO SON LECTORES Y ESCRITORES DE LITERATURA?


El maestro asume la enseñanza de la literatura como una parte más de su desempeño y de su labor docente, no la vive como una experiencia propia y es por esta razón que se le dificulta proyectarla a otros; el maestro no ve en la literatura la posibilidad de crear espacios para la lectura y la escritura de diversos mundos que deben ser mediados por la imaginación.
Es así como el maestro en su afán por cumplir con los requisitos del plan de estudios les exige a los estudiantes textos sin sentido; textos que encuentra en los libros que sirven como material de trabajo pero que en la realidad no ha leído y no ha comprendido en esencia. Los maestros “no están preparados para transmitir a los jóvenes lo que ellos mismos no tienen” (Machado, Ana María, p.8), de ahí que para tratar de convencerlos de una lectura que no ha sido realizada de manera responsable; en su mayoría éstos recurren a resúmenes y fichas de texto que encuentran en diversas fuentes para poder calificar los informes de lectura y de escritura de los estudiantes. Por eso se ve la lectura y la escritura de textos como una actividad más de clase en la que todo está marcado por la imposición.

La literatura vista de esta forma es imposible que llegue a los estudiantes dado que el maestro no tiene la magia para llegar y tocar su sensibilidad; ya que asumen la lectura y la escritura como partes obligatorias del área de lenguaje y no como una posibilidad  para leerse y escribirse. 
De ahí que cada que un maestro es llevado a una capacitación sobre lenguaje siempre busque responder a ciertos interrogantes ¿Cómo hacer para que el niño y el joven de hoy lean?  ¿Cuáles son las estrategias metodológicas que debe utilizar un maestro para lograr que los estudiantes asuman la lectura de manera responsable?; interrogantes que sólo pueden responder en la medida que asuman la lectura y la escritura de literatura como una opción de vida que trascienda su ser y lo más importante que pueda coordinarla con la escuela dado que muchas veces el mundo escolar no encuentra relación con la cotidianidad del maestro, es a través del ejemplo como nos lo dice Ana María Machado que el niño lee. 
El maestro no enseña con el ejemplo y por esta razón los estudiantes no  sienten pasión por la lectura y  la escritura ya que sólo evidencian un discurso donde plantean la utilidad de la lectura para la escuela y para la vida pero no se le da una verdadera trascendencia que provoque el encuentro con la literatura. 

El maestro debe ser entonces testimonio y dar cuenta de su saber a partir de la palabra porque es en el discurso que llega al estudiante y logra establecer verdaderas relaciones con el conocimiento; un conocimiento que debe permitirle a ambos hacer parte de la lectura y la escritura del mundo para responder creativamente  a sus interrogantes y lo más importante aún lograr que puedan encontrarse a sí mismos y proyectarse a otros  a través de la estética del lenguaje.
Para que el maestro sea testimonio de vida, se constituya en ejemplo para sus estudiantes, es necesario que comprenda que el concepto de literatura va más allá de un libro, que es el encuentro con la estética de la palabra, que es el placer de leer “el de pensar, descifrar, argumentar, razonar, disentir, unir y confrontar, en fin, ideas diversas” (Machado, Ana María p.13)  
De ahí que la invitación al maestro es que promueva en sus estudiantes el encuentro con la literatura y con ella la lectura y la escritura de textos a partir del sentido…es la posibilidad de leer otros mundos…la posibilidad de soñar y de aprender…