viernes, 20 de mayo de 2011

CREACIÓN DE TEXTOS


Del texto: “crear mundos narrativos” de Ángela Vera podríamos extraer las siguientes ideas:  
Las historias nos invitan a crear mundos y darle significado al mundo propio; significa enriquecer la cultura en la medida que los relatos son un conjunto de creencias, valores y costumbres acumulados.

La narración por tanto es una práctica social.

La escuela debe volver a la narrativa pues enriquece los mensajes que transmite no sólo esta sino también la familia y la sociedad. Es comprender que las historias dotan de sentido la vida.

En este sentido los cuentos son importantes en la medida que abren en los niños nuevos universos gracias a su imaginación.

También facilitan el aprendizaje de la lectoescritura. Vista de esta forma la narrativa es una herramienta de aprendizaje.

Finalmente son importantes las estrategias que emplee el docente para narrar historias y su formación como lector, sólo así es posible desarrollar habilidades y destrezas comunicativas y sociales en el niño.

Además Ángela también nos propone la narrativa y las historias en el escenario escolar, como una opción para construir mundos de sentido; nos muestra la necesidad de utilizar la narración en el aula desde los grados escolares como una forma de iniciarlos apasionadamente, de una manera que vean en la lectura y la escritura vías que lleven a concebir el mundo de otras formas, donde la creatividad, la imaginación , el recuerdo, la tradición, la modernidad, la realidad se unen para crear nuevas historias en forma de cuentos,  mitos, leyendas, fábulas, descripciones, anécdotas, chistes, novelas. A continuación algunos textos literarios.
ZONA ROJA
Por: Derly Yisenia Villa Muñoz

Cuando se habla de “Zona Roja” se comprende bien su significado viviendo en medio del conflicto armado; siendo las mujeres las principales víctimas del abuso, del maltrato y el dolor que enluta el alma ante tanta injusticia.
Genera impotencia, frustración, rabia y tristeza ver cómo el poder lo da la fama, el dinero y las armas. Cuando llega un grupo armado a un pueblo o una vereda, de repente todo cambia; las niñas entregan sus cuerpos, impresionadas con estos jóvenes que les brindan amor por conseguir sexo, las dejan embarazadas y las abandonan, empezando así el conflicto de las madres que no quieren que le hagan daño a sus hijas. Los niños jovencitos ven a los actores armados como héroes, aquellos que se siente reyes humillando e imponiendo orden a su manera.
Cuando hay enfrentamientos es duro correr con los hijos al hombro, un ligero equipaje y con un rumbo incierto, luego llegan las masacres y sin explicación asesinan seres queridos: hijos, nietos, sobrinos, madres, padres; pues eligen a cualquiera para sembrar el terror. Todo el daño y el dolor recaen sobre las mujeres, mal llamadas “sexo débil”.
Esto ha pasado y seguirá pasando a las mujeres y aunque no se pueda cambiar esta realidad; si podemos cambiar la forma de actuar y pensar. Las mujeres no somos menos, ni somos juguetes sexuales, ni sexo débil, mucho menos territorio de guerra aunque en eso se les quiera convertir. Juntas podemos salir adelante, prepararnos, mirar otros horizontes, alcanzar metas, empoderarnos de nuestras vidas, con educación, amor y paz las mujeres lo vamos a lograr.

LA PRINCESA FILOMENA

Por: Fabio León Herrera Zapata



Filomena es una princesa que vive en una isla muy lejana, se dice que está allí porque un día se enamoró de un hermoso príncipe y por amor decidió abandonarlo todo, éste la llevo a un castillo lejano donde vivían sólo los dos en compañía de sus siervos; se cuanta que fueron muy felices hasta que un día una malvada bruja planeó acabar con este idilio y convertida en una hermosa doncella lo robó y se lo llevó a un bosque lejano donde Filomena nunca pudo llegar.

El tiempo ha pasado y Filomena ha organizado mucho su castillo con la ayuda de siete enanos que semanalmente vienen a ayudarla y luego regresan a sus labores.

Ella todas las tardes se sienta en su gran castillo a esperar algún caballero andante vuelva a conquistar su amor.

Una tarde desprevenida vio como un príncipe pasó en compañía de dos siervos; éste la saludo y le dijo que buscaba a la dueña de un zapato, le pidió dejárselo medir y de ser ella la dueña la convertiría en su esposa. Filomena no acepto y el príncipe se marchó.

El tiempo seguía pasando y otro día llegó  a su castillo un príncipe que buscaba a una mujer que dormía durante años y él era quien la despertaría; éste tampoco era su príncipe.

Filomena era feliz en su castillo en compañía de sus siervos. Otro día pasó un hombre que desesperado buscaba darle un beso a una princesa para acabar con el hechizo de una malvada bruja; obviamente tampoco era ella.

Cansada de esperar que llegara un príncipe que la enamorará decidió no salir más a la torre a divisar.

El tiempo paso y una tarde de verano sino unos estruendos aterradores y unas voces algo alborotadas, salió a su torre y vio  a un príncipe muy distinto de los que ya habían pasado por allí; era desgarbado, tenía un parche en un ojo…en fin. la saludo respetuosamente y le pidió dejarlo pasar a su castillo, esta accedió. Durante la noche bebieron exquisitos vinos y ante la propuesta de éste de marchar por el mar en busca de aventuras Filomena accedió.

EL MUÑECO DE ORO

Por: Fabio León Herrera Zapata


Andreíno era un campesino que vivía cerca del río y trabajaba en el campo sembrando arroz, maíz, tuca y plátano; productos que cada semana sacaba a vender al pueblo para poder comprar así los demás víveres.

Una tarde camino a casa, vencido por el cansancio del día se sentó encima de una piedra y de pronto vio a su lado un muñeco que brillaba, sorprendido ante semejante encuentro se acercó y lo cogió; era un muñeco de oro, lo echo  a su costal y salió corriendo a casa. Al llegar con mucho misterio contó a su esposa lo sucedido y esta llena de alegría le pidió que lo escondieran debajo de la cama hasta que pudieran hablar con el padre Aristóbulo, para ver que le podían aconsejar.

Sucedió entonces que una vecina que por allí pasaba decidió quedarse con el muñeco de oro; haciéndose pasar por una terrible bruja; se ingenio la forma de asustar a los vecinos.

Varias noches llegaba a la casa y gritaba con una voz aterradora: “devuélvanme mi muñeco, devuélvanme mi muñeco”.

Andreíno y su esposa tuvieron una conversación y tomaron la decisión de enfrentar a la bruja que atormentaba sus noches. Con lazos, oraciones, la santa cruz y agua bendita esperaron que la noche llegara.

Efectivamente a media noche llego aquella terrible voz: “mi muñeco, devuélvanme mi muñeco”, de pronto Andreíno tiró su lazo, la amarró y la llevó hasta la sala de sus casa, rezaron muchas oraciones, le echaron agua bendita y el padre que también allí estaba pronunció unas oraciones enredadas y la destapó.

¡Dios mío era la vecina!, la vecina que durante años había compartido con ellos; ésta desesperada y avergonzada contó la historia y el objetivo de su plan.

Para la vecina su vida ya no volvió a hacer como antes; en cambio Andreíno y su familia marcharon a la ciudad donde se dice que gracias al muñeco de oro goza de una vida de grandes comodidades.


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