viernes, 13 de mayo de 2011

CREACIÓN DE TEXTOS
Los siguientes textos responden a la lectura realizada del documento de la gramática de la fantasía de Gianni Rodari.

EL VIEJO JUAN

Por Fabio León Herrera Zapata

La mañana había llegado…para el viejo Juan esta traía consigo mucha tareas; las cuales tenía que cumplir en compañía de sus trabajadores. El silbido y los gritos de algunos de ellos lo despertaban y un suspiro que anunciaba su buen estado de salud lo hacía bajar de la cama, ir a la cocina, preparar un deliciosos café y escuchar noticias;  “asesinan varios campesinos en la vereda montería”, “continúa el desplazamiento forzado en el municipio…” estos y otros eran los principales titulares que escuchaba en la radio.
Sabía que las cosas no estaban bien; muchos de sus vecinos habían tenido que irse a la ciudad y a pueblos cercanos para salvar sus vidas; él seguía firme en la decisión de quedarse en su parcela en compañía de sus trabajadores, animales y los frutos de los árboles. Como todos los días dirigía una oración al todopoderoso en el que le suplicaba llegara nuevamente la paz a aquel lugar que amaba con todo su corazón.
Llano encantado era el nombre de su parcela; un encanto que había descubierto en su juventud y que gracias a su esfuerzo había logrado obtener. Llano encantado lo vio construir su familia, lo vio reír y llorar, lo vio gritar, pero lo más importante lo vio ser.
Con las noticias llegaban a él la nostalgia y la tristeza; por seguridad su familia vivía en la casa del pueblo, al cual viajaba seguido dada su incapacidad para alejarse de la tierra que era su vida.
El viejo Juan pensaba en su familia, en lo importante que eran…que  lamentable era sentirse lejos de ellos; separarse debido a una violencia que nadie comprendía. Sus pensamientos estaban ocupados por su familia, su tierra y como negarlo la violencia llenaba muchos de sus momentos de intranquilidad e incertidumbre.
De pronto algo lo hacía volver a la realidad, era el ladrido de su perro “campeón”, por años había sido su gran amigo, le ayudaba a arrear el ganado, a perseguir animales salvajes y avisar de algunas visitas…en fin campeón había mostrado con muchas acciones que era digno de llamarse su amigo; entre ambos lo único que faltaba eran las palabras; pero ¿para qué palabras cuando los actos lo dicen todo?...
El viejo Juan observaba cada una de sus vacas, sus trabajadores, sus otros animales y sentía algo en su alma que no era posible describir, quizá era lo más cercano a la felicidad si era que existía.
Después de terminar las labores de ordeño; el viejo Juan distribuía otras tareas a sus empleados; los cuales obedecían y le mostraban mucho aprecio.
A la hora del desayuno la conversación siempre giraba en torno a los acontecimientos que pasaban en veredas y pueblos cercanos. “la hija de don Pedro se escapó anoche con el vecino, no se sabe para donde se fueron”, “al señor Ricardo se le mató una vaca”, “Dizque va a ayudar para la carretera, puras mentiras”…   
Al terminar todos se dirigían al campo y el viejo Juan hacía un pequeño recorrido en compañía de campeón; llegaban hasta el río, recogían frutos, bebían agua de coco y después de disfrutar del olor a verde, a bosque, a tierra… regresaban a casa.
Pero un día algo cambio en la rutina “campeón” latía con más fuerza que nunca, parecía que anunciaba a su amo algo… este aunque preocupado siguió a casa, al llegar la ansiedad de campeón lleno de miedo al viejo Juan…De pronto su perro se lanzó sobre un hombre encapuchado que inmediatamente disparó para asustar al animal, este aunque se calmó, corrió a los pies de su amo, tratando de defenderlo.
Dicen los que vieron que eran varios hombres, amarraron a sus trabajadores y se ingeniaron la forma de encerrar al perro en uno de los cuartos, dadas las súplicas del amo para que no lo mataran. Los ladridos de campeón mostraban la impotencia de no poder salvar a su amo de aquella monstruosidad…
El viejo Juan fue llevado a la montaña, sólo se sabe de sus huellas, huellas que fueron seguidas por su amigo “campeón” tras derribar la puerta que lo condenaba a no ver a su amo.
Campeón buscó su amo en la montaña; pero hasta hoy nadie sabe dar razón de ellos. Sólo sus trabajadores pudieron contar la historia; una historia que llena sus ojos de lágrimas y a llano encantado de un profundo silencio y una gran soledad.

LA MIRADA

Por Fabio León Herrera Zapata
La mirada puede ser dulce, amarga, de agrado, de desagrado, de amor, de odio, de impotencia, de ansiedad, la mirada es el rostro…
La mirada engaña, recorre caminos en busca de lo desconocido, busca la trasparencia de los seres para encontrar su alma.
La  mirada ve el paso del otro, si esta animado o al contrario, si camina alegre o no, si lee con agrado, si disfruta del viento al lado de un río o de la lluvia.
La mirada analiza a las personas a través del cristal de la ventana, lo ve en la lejanía de lo cercano que puede ser.
La mirada es esquiva, esconde secretos, que solo quien es capaz de mirar puede descubrir, se esconde a través de una ventana para confundirse entre lo real y lo imaginario. La mirada es reflexión al mirar al cielo y pensar en la fragilidad de la vida.
La mirada es el silencio cuando y a no se tiene que decir, sobran las palabras; pero una mirada lo dice todo.
                           
AZUL
Por Fabio León Herrera Zapata
Fluyes en el mar de mi silencio
Tus límites vislumbran
El principio y el fin
Lo vacio, lo lleno

No hay en ti
El color de la penumbra
De los grises
De los opacos

Es  la primavera, es el otoño
A tu vista la lejanía del espacio
Que cercano y que lejos.

Guardas la esencia de tu cielo
Secretos de adioses sin perdón
Palabras sin sonido, miedos

¿Quien pudiera definir
el arco iris?
¿Quién pudiera definir
A la vista de los sentidos?

El espacio que existe
Entre un cielo y un mar
Solo tú lo divisas
Solo tú lo defines


2 comentarios:

  1. Sería importante saber desde qué estrategias de Rodari las trabajaste??, pues es necesario que aprendamos de esta forma de crear...

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  2. Me encantó Fabio ya te lo habia dicho?

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